
Ahora que todo parece irremediable, que todo ha pasado y ya no tiene pinta de volver a repetirse nada (y seguro que no se repetirá, al menos, no igual).
Ahora que parece que empieza un año nuevo: propósitos, ganas de cambiar cosas que no te gustan de tu vida y muchos sueños y deseos.
Ahora que parece que el aire fresco ha entrado en tus pulmones, en tu cabeza, en tu cuerpo entero, y te has aireado a conciencia visionando con claridad qué quieres conseguir, cómo mejorar tu día a día.
Ahora que todo está lleno de esperanza. Y que tienes la energía suficiente para comerte el mundo.
"Cómetelo", como dice una amiga muy querida.
No dejes que esto que te embriaga ahora se pierda con la rutina, el malhumor de cada día cuando suena el despertador o tener que coger el metro/tren/bus todos los días.
La vida es alegría. Sólo hace falta encontrarla y trabajar para conservarla.
Así que sonríe y date un paseo.
Respira y vuelve a sonreir.
VIVE.